lunes, 14 de diciembre de 2009

El texto que queremos

Propone una hipótesis y la sustenta con datos, cifras, testimonios, citas, etc.

Propone una visión interesante y distinta, propia del autor.

Los temas deben estar bien delimitados; no vamos a escribir sobre generalidades

Las citas, estudios y cualquier información externa que usemos deberá ser atribuida a la fuente

Son textos arriesgados, atrevidos, no aburridos

Deben estar escritos en un lenguaje claro y comprensible

Nunca deben perder el eje, el norte del cual partieron

La opinión debe estar sujetada a la información. Siempre.

Deben manejar temas actuales o históricos pero ligados de alguna forma al presente

Nosotros no debemos ser los protagonistas del texto, sino el tema y su desarrollo.

Vamos a escribir análisis y no simples columnas de opinión: la diferencia básica es que el análisis sustenta la postura del articulista en información relevante, el analista interpreta los hechos, los relaciona y saca conclusiones. El que opina solo dice lo que piensa sin sostenerse más que en sus propios criterios. Veamos estos ejemplos.